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Intolerancias alimentarias

Que un alimento sea saludable no quiere decir que no pueda sentarnos mal. Hay momentos en los que, por diferentes causas como el estrés, cambio de rutinas o por la ingesta de algunos medicamentos, podemos desarrollar una intolerancia alimentaria. El verano es una época en la que, precisamente por ese cambio de hábitos, se pueden producir.

La doctoraLucía Redondo explica que «la persona que lo padece deja de tolerar alimentos saludables«. «Normalmente se da en adultos, pero también puede aparecer en niños», apunta.

Las intolerancias alimentarias más importantes son a la fructosa, la lactosa, el sorbitol o, en general, a los FODMAPS (siglas en inglés de monosacáridos, disacáridos, oligosacáridos y polioles fermentables. Un grupo de compuestos altamente fermentables en el intestino), aunque también es posible que se den a la histamina o a los compuestos azufrados.

La solución pasa por localizar la causa y adaptar tu alimentación

Desde IVADI este problema digestivo se aborda, inicialmente, haciendo un estudio de las causas que pueden provocar las intolerancias. Estas pueden ser, por ejemplo, por un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO), parásitos, celiaquía o enfermedad inflamatoria intestinal. En pocos casos de debe a una causa genética.

Al mismo tiempo, se realiza un estudio de la nutrición del paciente. «Tratamos de adaptar la alimentación lo máximo posible a cada persona teniendo en cuenta sus intolerancias», detalla la doctora Redondo.

Tratar la microbiota intestinal, clave para revertirla

Las intolerancias alimentarias, en principio, son reversibles, pero para conseguir que desaparezcan hay que tratar las causas que las generaron. En su origen habrá una alteración de la microbiota intestinal debida, la mayoría de veces, a la ingesta de fármacos, por una época de estrés importante o por el abuso de alcohol o de procesados, que habrá que tratar dependiendo del tipo de alteración que padezca el paciente.

Por ello, si notas que comes alimentos como frutas, hortalizas o lácteos y que, a consecuencia de ello, sientes el abdomen hinchado, gases, eructos o, incluso, diarrea o estreñimiento, es posible que padezcas una intolerancia.  

La doctora Lucía Redondo Cuevas dirige la Unidad de Terapia Nutricional y Salud Integrativa de IVADI y es Doctora en ciencias por la Universidad Católica de Valencia.

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